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11 y 12 de octubre 2019
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Facultad Libre
En una fase histórica en la que nos corresponde pensar las condiciones de un nuevo pacto social, hace falta volver primero a los principios de la filosofía política. En el Contrato social, Rousseau a reconducido la lógica de todo pacto a un solo y mismo acto: “el acto por el cual un pueblo es un pueblo”. Tal es el resorte de la democracia así como su enigma. ¿Cómo puede un pacto voluntario entre individuos generar el sujeto colectivo de la política? Una multitud que tiene en vista los intereses de todos solo puede alcanzar la voluntad general del todo si se constituye desde ya como un pueblo a la espera.
Esta es la tesis subversiva que Rousseau nos dejó en herencia, al margen de lo que los intelectuales de la Ilustración hicieron del Contrato socialpara preparar y precipitar la Revolución, asentando las bases filosóficas del Estado liberal de derecho. Es esta tesis que buscaremos desarrollar, utilizando aquellos saberes que nos permiten tomar a la letra el inconsciente del pueblo: la sociología y el psicoanálisis.
Después haber mostrado en que consistió la perturbación introducida por Rousseau en la lógica cerrada de la ciencia política moderna, al tratar de devolver al pueblo la consistencia del que había sido privado desde que Hobbes lo había transformado en un sujeto evanescente, volveremos entonces a la lectura sintomática del Contrato socialdesarrollada por Durkheim. Al tomar a la figura excedente del gran legislador como guía para acceder a lo impensado del contrato, el fundador de la sociología ha esclarecido la condición latente de toda política destinada a hacer emerger el pueblo del fondo de su olvido.
Es la sociedad la que debemos saber pensar, en tanto espacio de lazos invisibles donde se forja, en un clivaje estructural de la voluntad individual, toda orientación fija hacia el bien común. Liberada de su imposibilidad lógica porque reconducida a sus condiciones sociológicas, la voluntad general del pueblo aparece desde luego como el fruto de una historia colectiva que el gran legislador tiene por tarea de recapitular al presente, para dar a la multitud efervescente los medios de decir “nosotros” con pleno conocimiento de causa.
Es la incertidumbre sobre el estatuto inconsciente de la voluntad general lo que intentaremos superar en el último viraje de nuestra reflexión. Al situar el psicoanálisis en el marco de una filosofía política que aún espera ser desarrollada, volveremos por lo tanto a Freud, para sacar a la luz la estructura libidinal de la sociedad. Sin ceder a la tentación del inconsciente colectivo, trataremos de pensar lo que sí hay de inconsciente en todo colectivo y de dibujar así el retrato de un conductor que sepa dirigir en otro lugar el amor del cual es objeto.
Lejos de retomar la lógica de la muchedumbre, Freud la ha puesta en cuestión desde la raíz, destacando que una masa solo puede existir y persistir si está organizada, lo que implica que sus miembros puedan invertir menos el conductor que la idea conductora de la cuál es portador. La justicia se configura en esta perspectiva como el corazón mismo de la Ley cuya función es contener el goce solo porque permite alcanzarlo en la escala invertida del deseo.
Al explorar los arcanos del contrato, intentaremos así capturar no tanto la razón populista cuanto la razón misma del pueblo, en tanto supone un acto que vale como un pasaje al acto: la afirmación de la potencia instituyente de la sociedad.
Francesco Callegaro
Doctor en Estudios Políticos en CESPRA (EHESS)Es actualmente profesor de Filosofía y Sociología en la Universidad Nacional San Martín en Buenos Aires (Argentina). Fue becario postdoctoral en LabEx TEPSIS (EHESS, París 1), a cargo del diseño de una enciclopedia en línea de ciencias políticas sociales e históricas. Su proyecto de investigación tiene como objetivo renovar la filosofía política en contacto con las ciencias humanas y sociales, explicando sus implicaciones conceptuales y normativas, una condición para una mejor comprensión y crítica de la modernidad. Ha publicado varios artículos sobre la historia de la filosofía política y la sociología, la epistemología de las ciencias sociales, la teoría social y el pragmatismo contemporáneo. También es autor de un estudio sobre la sociología de Emile Durkheim: The Political Science of Moderns. Durkheim, sociología y el proyecto de autonomía, París, Economica, 2015.